Osterrieth plantea que el niño, a los 2/3 años, comienza
haciendo garabatos. Siempre tiene que haber un estímulo del medio externo
(alguien que le de hojas y lápiz). Luego pasa por una etapa de esquematismo, donde se dibuja de memoria y no lo que se ve del objeto, para llegar finalmente al agotamiento de la actividad grafica.
1) Garabateo à No hay intención figurativa. El Garabateo consiste en la
producción de trazos por la simple actividad motora. Hay despliegue de la
actividad motriz con sensaciones placenteras. Los trazos, al principio, son
impulsivos o lanzados. Después, son trazos de barrido (debido a que no se puede
flexionar el codo). A veces los trazos sobrepasan los límites de la hoja.
Luego, hay un garabateo
variado durante el cual empieza a haber un cerramiento de figuras (gracias
al logro de la rotación de muñeca) o trazados más rectilíneos. Al aparecer la
rotación del puño y unirse con la rotación del antebrazo, puede hacer círculos
y bucles. A los 2 años, va a poder hacer trazos variados, que pueden adquirir
valor de símbolo. El gráfico empieza a tener valor de significación (símbolo).
Los trazos representan algo, alguna cosa. Hay carácter
representativo. Tiene que ver con el elemento
perceptual. Representa las cosas que son
significativas para él.
Con los monigotes, el
cerramiento le empieza a permitir representar a la figura humana.
2) Esquematismo à va de los 3 a los 9 años. Se constituye un “vocabulario” de
estructuras gráficas con valor representativo. Los esquemas se construyen por
yuxtaposición, inclusión y combinaciones diversas de los elementos de
repertorio de trazos ya constituidos con anterioridad, en el que desempeñan
papel preponderante los “bastones” y los “redondeles”, pero a los que van a
unirse bien pronto infinidad de otros tipos de trazados, dando lugar a una
proliferación de formas. El niño no
copia el objeto, sino que lo dibuja “de memoria”. No le preocupa la
apariencia “objetiva” del modelo.
Primero aparecen los “ideogramas”, los
esquemas que en principio son individuales (3 años). El niño realiza trazos y
los reitera. Esto se constituye en esquemas que ya tienen valor simbólico
debido a que hay intención figurativa. Acá empieza el dibujo. Al principio, hay
una fase enumerativa. Hay enumeración gráfica por yuxtaposición de esquemas. El
dibujo ofrece un carácter enumerativo.
Osterrieth habla de geometrismo
aditivo: el niño, como se menciono con anterioridad, no dibuja lo que ve: no
interviene la percepción. Dibuja lo que es importante para él. Sabe que el monigote no es exactamente
igual a una persona, pero le basta para representarla. Al dibujar un
monigote, la cabeza de la figura es un círculo y sus brazos y piernas son
bastones. El niño identifica a estas figuras como parte del cuerpo humano
cuando están unidas. Pero si estas figuras se aíslan del cuerpo y son
percibidas por el niño como figuras individuales, éstas serán identificadas
como “círculos” o “bastones” y no como “cabeza” o “brazos/piernas”.
Hacia los 4 años comienza a realizar una
combinación de esquemas en escenas elementales. Aparecen los primeros rudimentos de escenas, donde el
encadenamiento de los diversos elementos, que al principio se hacía oralmente,
se hace ahora gráfico. Objetos y
personajes se ponen en relación por medio de yuxtaposiciones y combinaciones muy sencillas. Ej: el
niño dibuja a “mamá en la cama” o “el
auto en el garaje”. Aparecen los
dibujos “en serie” en los que, el mismo esquema y en particular el esquema
humano, se ve representado varias veces y de manera prácticamente idéntica.
Esos personajes en serie, colocados uno
junto al otro, conducirán pronto a la representación de la familia.
c) Luego, hay combinaciones de
esquemas en escenas complejas y paisajes,
y primeras tentativas para representar
el movimiento y el espacio. El movimiento es representado, por ejemplo, con flechas.
Puede empezar a dibujar a
la familia (5 años). Cuando dibuja a la familia,
ya no todas las personas son iguales. Al haber diferencia de los sexos, por
ejemplo, la madre o la hermana es dibujada con pelo largo.
Los personajes se animan, se ponen en actividad, entran en
interacción los unos con los otros. Las escenas,
en general, corresponden a episodios reales de la vida familiar o de la escuela
maternal. En los primeros paisajes, la casa y el árbol ya no están aislados,
sino que ocupan un lugar preponderante.

Empieza a haber perspectiva, figura/fondo. Puede haber
transparencias, como por ejemplo dibujar una gata embarazada con sus hijitos en
la panza.

Hacia los 8 aparece lo que se
llama abatimiento: se dibuja una figura con disposición radial, por ejemplo: un
grupo de chicos bailando en circulo. Al lado, la maestra de baile (dibujada mas
grande) como figura de autoridad.
d) Hacia los 7/9 años, hay
desdoblamiento del esquema hacia una representación más flexible, más
anecdótica, más realista. Se dirige hacia una posición más realista. El niño
dibuja escenas de cuentos, películas, dibujos animados. Si bien dibuja de
memoria, empieza a prestar atención a los datos visuales.
3) Realismo convencional à va de los 9 a los 13 años. Los trazos son objetivamente
figurativos (trata de hacer que el dibujo se parezca al modelo, dibuja lo que vé) y hay
integración. Toma en cuenta la 3ra dimensión. El niño intenta una
representación naturalista, más conforme con las informaciones de orden visual.
Los elementos geométricos se sustituyen por trazos mucho menos estereotipados,
infinitamente más variados, más elaborados y más objetivamente figurativos.
Esos trazos conservan desde este momento su carácter específico y se mantienen
identificables. Los elementos ya no van sencillamente pegados o yuxtapuestos
unos con otros, sino que tienden a integrarse entre sí de una manera orgánica.
Desaparecen las transparencias, estereotipias, etc.
Aparece la
tercera dimensión.
4) En un 4to nivel, que sería el de la diferenciación de las evoluciones individuales y agotamiento de la
actividad gráfica (pubertad y adolescencia), decrece la actividad gráfica y
queda limitada a las personas interesadas en dibujar.
No hay ya una necesidad de dibujar como al principio. El dibujo
forma parte de la adquisicion de la función semiótica en el periodo
pre-operatorio (2 a 7 años). Asi como el lenguaje, la imitación, el juego
simbolico y la imagen mental, el dibujo tiene gran relevancia para el desarrollo. El dibujo es una necesidad cuando uno es niño. No asi en la adolescencia, donde otros
intereses ocupan al sujeto.
Cambia el cuerpo y también los intereses de la
persona.
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ResponderBorrarMuy bien explicado!!. Muchas gracias, fue de mucha utilidad.
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