Estas
operaciones nacientes se coordinan ya en estructuras de conjunto, pero son
pobres y proceden aún progresivamente a falta de combinaciones generalizadas.
Esas estructuras son, por ejemplo, clasificaciones, seriaciones,
correspondencia término a término, etc. Estas estructuras constituyen
“agrupamientos”.
En el nivel
operatorio el universo es más complejo.
Cuando se llega
a la descentración, esta debe realizarse tanto en cuanto al mundo físico como
al universo interindividual y social. En esta descentración surgen objetos
análogos al yo, semejantes (el niño puede prestar el juguete). Hay un
reconocimiento del otro y hay un yo que se discrimina del otro. Se toma en
cuenta el punto de vista del otro.
El juego simbólico, que está en apogeo
entre los 3 y 5 años, pasa a ser juego de reglas en el operatorio. ¿Por qué?

Se pasa del juego solitario a un juego en común (cooperativo). Con
respecto a los intercambios verbales, entre los 4 y los 6 años, suele haber
monólogos colectivos. Es un lenguaje egocéntrico, el niño habla para sí.
A los 7 años,
hay un intercambio verbal mucho más avanzado.
Piaget dice que
la moral es heterónoma en el preoperatorio y autónoma en el operatorio. Se
aceptan las reglas como una convención social. La condición para que la regla
se sostenga es que esté presente el adulto en un primer momento.
Realismo moral à el
niño toma una situación en el aspecto real de esa situación. Ej: “miente más el
niño que dice que vio un perro grande como una vaca, que el que dice que se
sacó una buena nota cuando en realidad es mentira, porque no existen perros del
tamaño de vacas”.
En el nivel de
las operaciones concretas, los conceptos
ya son sistemas de clases, es decir,
conjuntos de objetos agrupados según las relaciones particulares
agrupadas según relaciones de encajes jerárquicos (parte y todo), o sistemas de
relaciones particulares agrupadas según su naturaleza asimétrica o simétrica.
El concepto
supone una definición fija, que corresponde a una convención estable que asigna
su significación al signo verbal.
Las operaciones son reversibles
e interiorizables.
Las intuiciones
se transforman en operaciones a partir del momento en que constituyen sistemas
de conjunto a la vez componibles y reversibles.
Las
transformaciones reversibles puede ser inversas (A – A = 0), en donde se
vuelve al punto inicial, o recíprocas (A à B y B à A).
La causalidad
también va sufriendo modificaciones: en el sensorio motor era
mágico-fenomenista; en el preoperatorio tiene que ver con el finalismo,
realismo y animismo (también es similar a la mágico-fenomenista.
En el
operatorio las ideas se pueden coordinar en la operación.
Las operaciones
se coordinan en una estructura de conjunto. Esto es de una manera pobre: no hay
combinaciones generalizables. Estas se logran con las operaciones formales.
Aparecen las
estructuras de agrupamiento:
clasificación, seriación y correspondencia término a término.

El sistema
esencial de operaciones que permite engendrar las nociones generales o “clases”
y que constituye toda clasificación es el encajamiento de las partes en el
todo, o, inversamente, la extracción de las partes en función del todo.
Hay 3 grandes
etapas: 1) las “colecciones figurables”, en la que los niños disponen los
objetos no sólo según sus semejanzas y diferencias individuales, sino
yuxtaponiéndolos espacialmente en filas, en cuadrados, en círculos, etc., de
modo que su colección implica, por sí misma, una figura en el espacio; 2) las
“colecciones no figurables”, que consisten en pequeños conjuntos sin forma
espacial diferenciables en subconjuntos; y 3) la clasificación operatoria, que
consiste en un encaje de clases en extensión.
Antes de la seriación,
en el preoperatorio, reunía los elementos por parejas. Luego logra una especie
de seriación, pero esta aparece propiamente dicha en las operaciones concretas
con la adquisición de la noción de número. La seriación es tanto para la
numeración como para la alfabetización. La seriación consiste en ordenar los
elementos según sus dimensiones crecientes o decrecientes. Un método
sistemático, consistente en buscar, por comparaciones, dos a dos, el más
pequeño elemento aparente, luego el más pequeño de los que quedan, etc.
La correspondencia
término a término, que colabora con la noción de número, permite una fijeza
tanto con esto como con la conservación de sustancia..
Se dan una
serie de transformaciones, que permiten alcanzar el equilibrio móvil, de manera
simultánea: transitividad, reversibilidad, asociatividad, identidad, tautología
lógica.
Ø TRANSITIVIDAD: A < B y B < C = A < C. Dos acciones
sucesivas se coordinan en una sola.
Ø REVERSIBILIDAD: A + B = C ; C – B = A. Hay esquema de acción
reversible.
Ø ASOCIATIVIDAD: (A + B) + C = D ; A + (B + C) = D. Un mismo punto
puede ser alcanzado por 2 caminos distintos.
Ø IDENTIDAD: A = A. El retorno al punto de partida permite
encontrar a éste idéntico a sí mismo.
Ø TAUTOLOGÍA LÓGICA: X + X = X. La acción al repetirse no agrega
nada. Es una nueva acción con efecto acumulativo.
Cuando se producen estas transformaciones, se alcanza el
equilibrio móvil.
Causalidad y azar
Alrededor de
los 3 años, hay una causalidad intermedia. El niño busca la razón de los
fenómenos fortuitos. Están ligados a la percepción. El niño une el tamaño del
auto con la situación: un auto grande para paseos largos y un auto chico para
paseos chicos. Está centrado en su propio punto de vista.
De la
causalidad sensoriomotora (mágico-fenoménica) donde cualquier cosas puede
desencadenar cualquier cosa, se pasa a una pre-causalidad representativa en el
preoperatorio.
Esto da lugar a una causalidad racional (7/8 años) por
asimilación a las operaciones. Hay coordinación general de la acción. La
asimilación es a las operaciones (en el sensoriomotor era a la acción propia).
Causalidad sensomotora à precausalidad representativa à causalidad racional
La operación ya
está interiorizada, porque se maneja con imágenes, que pueden ser reproductoras
o anticipadoras.
Generalmente,
en el preoperatorio, estas imágenes eran estáticas. Ahora, en el operatorio
concreto, puede ser de movimiento (cinéticas) o de transformación.
En el período
preoperatorio están, primero, las colecciones figurables y, después, las no
figurables. A partir del operatorio concreto, ya clasifica.
2/3 años à toma los objetos y arma una torre.
5/6 años à puede tomar características, reunirlas y relacionarlas, pero
van a variar (colecciones figurables al principio y colecciones no figurables
después). Necesita la adquisición del concepto para poder clasificar.
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