El desarrollo comprende todos los
cambios progresivos en una secuencia que tiende a una complejidad cada vez
mayor. Estos cambios son de orden cuantitativo (crecimiento) como cualitativo
(maduración). Dicha secuencia avanza en un proceso que sigue dos direcciones
simultáneamente: céfalo-caudal (de la cabeza a la cola) y próximo distal (del
eje corporal a las extremidades). Así, las conductas motoras de prensión y
marcha se irán adquiriendo durante el primer año de vida.
3 meses: sostén cefálico: se da alrededor del segundo mes
aunque la lordosis cervical que permitirá superar la inclinación hacia delante
de marcara recién en el tercer mes.
4 meses: comienzo de la prensión: la dirección céfalo-caudal
se combina con la próximo-distal, dando lugar a la primera forma de prensión
voluntaria que se produce en espejo con los dos brazos convergiendo en el
centro del eje corporal. La parte superior del tronco se rectifica.
6 meses: posición en trípode: a los seis meses la
rectificación alcanza la parte media del tronco. El bebe logra las primeras
formas de la posición sentada (poca estabilidad).
7-8 meses: posición sentada definitiva: el tronco ya
totalmente recto, permite el logro de la posición sentada. El bebe mantiene el
equilibrio incluso si se inclina para tomar un objeto y puede volver a la
posición inicial. La prensión evoluciona: usa cada mano de forma independiente
y las piernas toman fuerza.
9 meses: gateo: se marca el umbral de la marcha
independiente. (La ausencia de gateo no es significativo en el desarrollo).
10 meses: posición de pie: el bebe logra permanecer de pie
sosteniendo el peso del cuerpo sobre las piernas. La adquisición de equilibro
requiere tiempo y practica.
11 meses: marcha con apoyo – pinza fina: se marca la
lordosis lumbar que permitirá superar la inclinación del tronco hacia delante y
lograr el equilibrio de la posición en pie definitiva. El desarrollo en
dirección próximo-distal alcanza la adquisición de la pinza fina usando el
pulgar y el índice. Logra caminar aunque el medio más eficaz para moverse es el
gateo. Puede usar apoyos para adquirir solo la posición de pie. El “andar de
pato” es típico a los 11 meses. (Con toda la planta del pie contra el piso).
12-13 meses: marcha independiente: puede mantenerse en pie sin
apoyo y aparecen los primer pasos independientes.
14-15 meses: afianzamiento: se afianza la marcha de manera
que los trayectos son más largos y las caídas bruscas menos frecuentes. Los
brazos se ubican al costado del tronco y acompañan la marcha con un movimiento
pendular. Se está por alcanzar la articulación talón-punta. Puede subir
escaleras pero sin alternar los pies.
18 meses: carrera: puede correr pues la adquisición de la
marcha ha sido adquirida.
Las edades de cada logro son
relativamente variables dependiendo del interjuego entre el factor genético y
la estimulación del ambiente. La herencia biológica es una condición necesaria
para la maduración pero no suficiente.
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