lunes, 12 de agosto de 2013

Osterrieth: Análisis del dibujo infantil

Osterrieth plantea que el niño, a los 2/3 años, comienza haciendo garabatos. Siempre tiene que haber un estímulo del medio externo (alguien que le de hojas y lápiz). Luego pasa por una etapa de esquematismo, donde se dibuja de memoria y no lo que se ve del objeto, para llegar finalmente al agotamiento de la actividad grafica.

1)    Garabateo à No hay intención figurativa. El Garabateo consiste en la producción de trazos por la simple actividad motora. Hay despliegue de la actividad motriz con sensaciones placenteras. Los trazos, al principio, son impulsivos o lanzados. Después, son trazos de barrido (debido a que no se puede flexionar el codo). A veces los trazos sobrepasan los límites de la hoja.
 Luego, hay un garabateo variado durante el cual empieza a haber un cerramiento de figuras (gracias al logro de la rotación de muñeca) o trazados más rectilíneos. Al aparecer la rotación del puño y unirse con la rotación del antebrazo, puede hacer círculos y bucles. A los 2 años, va a poder hacer trazos variados, que pueden adquirir valor de símbolo. El gráfico empieza a tener valor de significación (símbolo).
Los trazos representan algo, alguna cosa. Hay carácter representativo. Tiene que ver con el elemento perceptual. Representa las cosas que son significativas para él.
Con los monigotes, el cerramiento le empieza a permitir representar a la figura humana.


2)    Esquematismo à va de los 3 a los 9 años. Se constituye un “vocabulario” de estructuras gráficas con valor representativo. Los esquemas se construyen por yuxtaposición, inclusión y combinaciones diversas de los elementos de repertorio de trazos ya constituidos con anterioridad, en el que desempeñan papel preponderante los “bastones” y los “redondeles”, pero a los que van a unirse bien pronto infinidad de otros tipos de trazados, dando lugar a una proliferación de formas. El niño no copia el objeto, sino que lo dibuja “de memoria”. No le preocupa la apariencia “objetiva” del modelo.
 Primero aparecen los “ideogramas”, los esquemas que en principio son individuales (3 años). El niño realiza trazos y los reitera. Esto se constituye en esquemas que ya tienen valor simbólico debido a que hay intención figurativa. Acá empieza el dibujo. Al principio, hay una fase enumerativa. Hay enumeración gráfica por yuxtaposición de esquemas. El dibujo ofrece un carácter enumerativo.
Osterrieth habla de geometrismo aditivo: el niño, como se menciono con anterioridad, no dibuja lo que ve: no interviene la percepción. Dibuja lo que es importante para él. Sabe que el monigote no es exactamente igual a una persona, pero le basta para representarla. Al dibujar un monigote, la cabeza de la figura es un círculo y sus brazos y piernas son bastones. El niño identifica a estas figuras como parte del cuerpo humano cuando están unidas. Pero si estas figuras se aíslan del cuerpo y son percibidas por el niño como figuras individuales, éstas serán identificadas como “círculos” o “bastones” y no como “cabeza” o “brazos/piernas”.
 Hacia los 4 años comienza a realizar una combinación de esquemas en escenas elementales. Aparecen los primeros rudimentos de escenas, donde el encadenamiento de los diversos elementos, que al principio se hacía oralmente, se hace ahora gráfico. Objetos y personajes se ponen en relación por medio de yuxtaposiciones y combinaciones muy sencillas. Ej: el niño dibuja a “mamá en la cama” o “el auto en el garaje”. Aparecen los dibujos “en serie” en los que, el mismo esquema y en particular el esquema humano, se ve representado varias veces y de manera prácticamente idéntica. Esos personajes en serie, colocados uno junto al otro, conducirán pronto a la representación de la familia.
c) Luego, hay combinaciones de esquemas en escenas complejas y paisajes, y primeras tentativas para representar el movimiento y el espacio. El movimiento es representado, por ejemplo, con flechas.
 Puede empezar a dibujar a la familia (5 años). Cuando dibuja a la familia, ya no todas las personas son iguales. Al haber diferencia de los sexos, por ejemplo, la madre o la hermana es dibujada con pelo largo.
Los personajes se animan, se ponen en actividad, entran en interacción los unos con los otros. Las escenas, en general, corresponden a episodios reales de la vida familiar o de la escuela maternal. En los primeros paisajes, la casa y el árbol ya no están aislados, sino que ocupan un lugar preponderante.
Luego, combina los esquemas y a los 6 años aparecen las figuras de perfil. Tienen lugar la línea cielo y la línea tierra: Los objetos ya no están flotando. El niño empieza a dibujar un piso, pasto, nubes, estrellas, el sol, la luna. Necesita acotar el espacio y ubicar los elementos en algún tipo de proporción.
Empieza a haber perspectiva, figura/fondo. Puede haber transparencias, como por ejemplo dibujar una gata embarazada con sus hijitos en la panza.
Puede apareciarse que el niño tiene en cuenta la vista de pajaro al dibujar: un ejemplo de tipico es cuando dibuja la canchita de futbol con los arcos y jugadores vistos desde arriba.
Hacia los 8 aparece lo que se llama abatimiento: se dibuja una figura con disposición radial, por ejemplo: un grupo de chicos bailando en circulo. Al lado, la maestra de baile (dibujada mas grande) como figura de autoridad.
d) Hacia los 7/9 años, hay desdoblamiento del esquema hacia una representación más flexible, más anecdótica, más realista. Se dirige hacia una posición más realista. El niño dibuja escenas de cuentos, películas, dibujos animados. Si bien dibuja de memoria, empieza a prestar atención a los datos visuales.

3)    Realismo convencional à va de los 9 a los 13 años. Los trazos son objetivamente figurativos (trata de hacer que el dibujo se parezca al modelo, dibuja lo que vé) y hay integración. Toma en cuenta la 3ra dimensión. El niño intenta una representación naturalista, más conforme con las informaciones de orden visual. Los elementos geométricos se sustituyen por trazos mucho menos estereotipados, infinitamente más variados, más elaborados y más objetivamente figurativos. Esos trazos conservan desde este momento su carácter específico y se mantienen identificables. Los elementos ya no van sencillamente pegados o yuxtapuestos unos con otros, sino que tienden a integrarse entre sí de una manera orgánica. Desaparecen las transparencias, estereotipias, etc.
Aparece la tercera dimensión.

  4)    En un 4to nivel, que sería el de la diferenciación de las evoluciones individuales y agotamiento de la actividad gráfica (pubertad y adolescencia), decrece la actividad gráfica y queda limitada a las personas interesadas en dibujar.

      No hay ya una necesidad de dibujar como al principio. El dibujo forma parte de la adquisicion de la función semiótica en el periodo pre-operatorio (2 a 7 años). Asi como el lenguaje, la imitación, el juego simbolico y la imagen mental, el dibujo tiene gran relevancia para el desarrollo. El dibujo es una necesidad cuando uno es niño. No asi en la adolescencia, donde otros intereses ocupan al sujeto. 
Cambia el cuerpo y también los intereses de la persona. 

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