lunes, 29 de julio de 2013

Freud, S. Olvido de nombres propios

¿¿¿Como se llamaba??? lo tengo en la punta de la lengua...me olvide el nombre.

No sólo se produce un olvido, sino un recuerdo falso. En el empeño por recuperar un nombre así, que a uno se le va de la memoria, acuden a la conciencia otros, nombres sustitutivos, y estos, aunque discernidos enseguida como incorrectos, una y otra vez tornan a imponerse con gran tenacidad. Condiciones para el olvido de un nombre con recordar fallido: 1) cierta predisposición para su olvido; 2) un proceso de sofocación trascurrido poco antes y 3) la posibilidad de establecer una asociación entre el nombre en cuestión y el elemento antes sofocado.
Por ejemplo, Freud se quería acordar del nombre de un pintor llamado Signorelli de apellido, y en lugar de este, le salen otros: Botticelli y Boltrafio (nombres sustitutivos). Se le imponen estos en la conciencia, reconocidos como erróneos. Al mismo tiempo, Freud recuerda la cara de Signorelli y se pregunta: ¿Qué motiva el olvido? ¿Qué me lleva a decir los nombres sustitutivos?
-          Ley de desplazamiento: se desplaza el acento de una representación hacia otra.

Freud encuentra un acento en el tema “muerte y sexualidad”. Estaba bajo el efecto de una noticia que había recibido unas semanas antes en una breve estadía en Trafoi, ubicado un Bosnia. Un paciente que le importaba mucho había puesto fin a su vida a causa de una perturbación sexual.
Las palabras tienen un trato como el de los jeroglíficos:
Signorelli: Herr significa señor (signor), Bosnia y Herzegovina, “Herr (señor), no hay nada más que hacer”, muerte y sexualidad, Sigmund Freud.
Botticelli: Bosnia
Boltrafio: Bosnia, Trafoi

Los sustitutivos se dan por un desplazamiento, representan acertijos en imágenes y comprenden el tema reprimido.


Junto al olvido simple de nombres propios, se presenta también un olvido que está motivado por la represión.

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