Solemos mezclar 2 conceptos diferentes de la realidad
sin advertirlo con claridad. El primero de ellos se refiere a las propiedades
puramente físicas y objetivamente constatables de las cosas.
El segundo se refiere a la adscripción de un sentido
y un valor a estas cosas y en consecuencia a la comunicación.
Realidad de primer 1° orden: realidad objetiva
(plena, neutra, medible, experimental). No hay valoración y se refiere a las
propiedades físico-químicas de la materia.
Realidad de 2° orden: realidad subjetiva, orden de
sentido o valor. Es la significación que la atribuimos a la realidad del 1°
orden, dado un CONSENSO SOCIAL.
Encuadramos dentro de la realidad de primer orden a
aquellos aspectos de la realidad que se refieren al consenso de la percepción y
se apoyan en pruebas experimentales, repetibles, verificables.
En la realidad de segundo orden resulta absurdo
discutir sobre lo que es realmente real.
Ni siquiera advertimos la presencia de dos realidades
distintivas.
Vivimos bajo la ingenua suposición de que la realidad es naturalmente tal como la vemos y que todo el que la ve de otra manera tiene que ser un demente.
Vivimos bajo la ingenua suposición de que la realidad es naturalmente tal como la vemos y que todo el que la ve de otra manera tiene que ser un demente.
Lo verdaderamente ilusorio es suponer que hay una
realidad real del segundo orden y que la conocen mejor las personas “normales”
que los “perturbados psíquicos”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario