miércoles, 3 de julio de 2013

Milgram, S. Obediencia a la autoridad

Milgram cuestiona la obediencia a ordenes criminales: analiza lo ocurrido en la 2da guerra mundial y deduce que se necesitan muchos soldados con capacidad de asesinar, torturar, etc. Sin remordimiento. En los juicios posteriores, estos soldados justificaron sus acciones expresando que solo habían “seguido órdenes”.
¿Cuáles son los factores que llevan a la obediencia por parte de estos sujetos?
Milgram publica un aviso en el diario buscando sujetos para que formen parte de su investigación científica. La experiencia tiene lugar en la universidad de Yale y consiste en indagar si se puede potenciar la memoria a través de castigos. Azarosamente se sortean los roles de “alumno y enseñante” a quienes participan de la experiencia: los alumnos deben recordar y luego reproducir sustantivos y ante cada error del alumno  en la reproducción del sustantivo, hace que este sea sometido a una descarga eléctrica que varía en intensidad por parte del “enseñante”. Por momentos, las descargas producen dolores intensos y los enseñantes pretenden parar, pero siguen con el experimento bajo las órdenes del ayudante del Milgram. Un 65 % de los sujetos llego a descargar la totalidad de choques de descarga en los alumnos. Una locura.

El mismo experimento fue llevado a cabo en otro lugar: Milgram replico la experiencia en otro ámbito, más informal, no en la “prestigiosa” universidad de Yale. Da cuenta entonces que baja el nivel de obediencia, y queda en evidencia que se entra en juego la presencia de una autoridad legitimada. El contexto contribuye para la atribución de valores a la autoridad. En tanto legitimamos la autoridad, se desplaza la responsabilidad. En la universidad de Yale, la responsabilidad era atribuida al Milgram y su ayudante. “Oh, estamos en la prestigiosa universidad de Yale, si el Dr. Milgram dice que haga esto, lo hago, total es su responsabilidad”.
Los sujetos en la universidad de Yale se identificaron como piezas del engranaje. Si ellos no estaban en ese momento, otros hubieran desempeñado la función, pues se desea mostrar cómo se desresponzabilizaron.
Lo importante del experimento consiste en saber hasta qué punto va a seguir una persona en una situación concreta y medible, en la que se le ordena que inflija un dolor creciente a una víctima que se queja de ello. ¿En qué punto rehusará el sujeto obedecer al experimentador?   
Los experimentos comenzaron en julio de 1961, tres meses después de que Eichmann fuera juzgado y sentenciado a muerte por crimenes contra la humanidad  durante el régimen nazi en Alemania. Milgram ideó estos experimentos para responder a la pregunta: ¿Podría ser que Eichmann y su millón de cómplices en el Holocausto sólo estuvieran siguiendo órdenes? ¿Podríamos llamarlos a todos cómplices?

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