La
teoría de las reglas familiares se adecua a la definición inicial de un sistema
como “estable respecto a alguna de sus variables si estas variables tienden a
mantenerse dentro de límites definidos. Esto lleva a una consideración más
formal de la familia como sistema. Este modelo para la interacción familiar fue
sugerido por Jackson cuando introdujo el concepto de homeostasis familiar.
Observando que las familias de los pacientes psiquiátricos a menudo sufrían
repercusiones drásticas cuando el paciente mejoraba, Jackson postulo que estas
conductas y la enfermedad del paciente eran “mecanismos homeostáticos” que
intervenían para que el sistema perturbado recuperara su equilibrio. Esta breve
formulación constituye el núcleo de un enfoque comunicacional de la familia,
que ahora puede describirse en términos de los principios ya vistos.
1. Totalidad: Dentro de cada familia la conducta de cada individuo está
relacionada con la de otros y depende de ella. Toda conducta es comunicación y
por ende influye sobre los demás y sufre la influencia de otros. Los cambios
favorables o desfavorables en el miembro de la familia identificado como
paciente ejerce sobre la comunicación algún efecto sobre otros miembros, sobre
todo en términos de su propia salud psíquica, social o física.
2. No sumatividad: El análisis
de una familia no es la suma del análisis de sus miembros individuales. Hay
características del sistema, esto es, patrones interacciónales, que trascienden
las cualidades de los miembros individuales. Los síntomas del paciente parecen
proteger al cónyuge y el comienzo del síntoma está correlacionado con un cambio
en la situación de vida del cónyuge, un cambio que podría producir la ansiedad.
3- Retroalimentación y homeostasis: El sistema actúa sobre las entradas (acciones de los miembros o
del medio) al sistema familiar y los modifica.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario